Somos ya muchos médicos los que estamos convencidos de la relación que existe entre las enfermedades y las emociones. La enfermedad no es un error de la naturaleza sino un programa diseñado por ella para ayudarnos en nuestra evolución. Igual que la fiebre es un mecanismo defensivo para ayudarnos a eliminar gérmenes o toxinas, la enfermedad nos avisa de algún problema en nuestra vida para que seamos conscientes de él y podamos solucionarlo. Si comemos en exceso, nos duele el estómago para busquemos la moderación. Si corremos excesivamente nos saldran agujetas pidiéndonos un entrenamiento progresivo. Por ese motivo intento, con los pacientes que acuden a mi consulta, encontrar las causas profundas de su sufrimiento, con la intención de ayudarles a recorrer el camino de vuelta a su equilibrio físico, mental y emocional.
Hay muchos libros en el mercado con amplios listados en los que se relacionan los síntomas y las enfermedades, con las emociones que más frecuentemente los causan. A veces no es fácil ver esta relación porque hay que manejar el lenguaje simbólico, pero en otras muchas nos sorprenderá comprobar la veracidad que demuestran. En éste sentido se pueden consultar libros como “Sana tu cuerpo” “La enfermedad como camino” “Dime qué te duele y te diré por qué” “El gran diccionario de dolencias y enfermedades” etc. También recomiendo el libro de Bruce Lipton, La biología de la creencia, en la edición actualizada por su décimo aniversario.